29 abr. 2008

Aplauso y beso

Faltó la medalla, pero al menos quedó entre los finalistas. "Un buen regalo para tu amigo invisible este fin de año", reza el slogan (porque los slogans son muy devotos) de Amigo invisible, pieza de la agencia CAMARA/TBWA para Rusconi. Previo a la entrega de premios del Desachate 2008 era mi predilecta en prensa. Quizá el hecho de presentir que no era una de las candidatas aumentó el afecto hacia este trabajo. Lamentablemente la forma no supo igualar el contenido.

Otra campaña que supo dar con el concepto y catapultar las ventas fue la de EFPZ para Arquitectura rifa, adaptada con astucia a todos los formatos (tele, prensa, radio, internet). La joya fue manifestación valijas (¡clic!) en la categoría innovación en medios.

En la imagen, una pegatina que se vio en todo Montevideo. Para los interesados, que se cuentan con los dedos del pie, dejo el link.

27 abr. 2008

Carta para mi muerte


Queridos e inolvidables familiares y amigos:

Si leen esta carta (cuento con ello) es porque un D11 me embistió o algún conductor me confundió con un alce en plena noche. Tarde o temprano tenía que pasar; es el riesgo que implican las bicicletas. La muerte nos ha separado y espero, aunque lo dudo, que el odio no se interponga a la compasión que amerita el momento. Prefiero que me recuerden como un gran hijo y amigo fiel: cosas que no fui. Incluso con la mejor voluntad del mundo no lograrán eximirme de culpas. Y tendrán toda la razón del mundo. Mil perdones. Fíjense: durante todos estos años no he obrado bien. Hasta le vendí el alma al diablo y ni siquiera se tomó la molestia de venir a buscarla personalmente. Conoce Dios mi miseria.

Vayamos al grano. Bien sabemos que en esta ocasión no los congrega el dolor de una pérdida irreparable, sino mi seguro de vida (es cierto, el recibo de sueldo lo confirma). Pero no esperen nada. Aprovecho estas líneas para enmendar mis faltas y donar íntegramente el dinero del seguro a la Parroquia de Punta Carretas. Cabe agregar que con estas líneas sigo viaje y parto con alivio. Al menos no podrán perseguirme por la vía judicial.

El póstumo

21 abr. 2008

La Décima es la vencida

Hoy se hubiese reunido la legendaria Décima, conformada por Gabo (bajo), Fafa (batería), Nano (guitarrra) y Anonetoy (¿?). Por motivos de fuerza mayor la banda pospuso el ensayo del año, según informa la Rolling Stone. Todo empezó cuando un familiar de la banda comenzó una recolección de firmas en televisión abierta, logrando la descomunal cifra de 13 firmas (sin mencionar las 1276 veces que se repitió la firma del propulsor de la campaña). No es la primera vez que se constata un regreso con tanta expectativa. Algo similar sucedió con Sting, su garganta impertérrita y The Police. Van Halen, con menos voz y la misma potencia de siempre, supo subirse nuevamente a las tablas. Por su parte, Génesis conmovió con más de lo mismo, Led Zeppelín pisó fuerte, y Spice Girls, bueno, dejémoslo por ahí.

Ahora lo que está en juego es algo más: ver si con el receso de tres años La Décima se añejó para bien, o si por el contrario, no logra recuperar la magia que nunca tuvo. Los integrantes procuran restablecer la empatía del pasado y reparar una relación que terminó mal. “Ponele que lo más duro es arrancar de cero nuevamente, porque siempre lo dije: una banda es como tener varias novias. Y si con una se complica…”, declaró Anonetoy a su propio blog. Según Anonetoy La Décima promete nuevos ritmos, letras alternativas; pero, da igual, no delinean un punto de partida ni un destino, sino una expectativa: “Para hacerlo hay que hacerlo bien”. También se mostró confiado: “Si Patito feo convocó a 78.000 personas en un estadio, La Décima perfectamente podría llenar nuevamente la Sala Zitarrosa”.

8 abr. 2008

Meteoro


Leo en Clarin.com que un meteorito del tamaño de un auto impactó en Entre Ríos. Meteoro tenía un auto y también iba rápido.

Pero el hecho noticioso es que hoy, 8 de abril, Anonetoy rompió record. Salió de casa a las 7:49 y llegó a las 8 en punto a la UM. Mapred marca un trayecto de 3900 metros.

Según testigos el bólido se impactó en la universidad provocando un gran estruendo. La bicicleta quedó intacta.

Nota: un clic en la foto y las distancias se dilatan.

1 abr. 2008

El regreso


Llego justo a tiempo. Un aire espeso, resabio de baño químico y sudor, fermenta en la entrada principal. Los rostros expectantes de unos 20.000 creyentes esperan perplejos. Entro en territorio desconocido, pero juego como locatario. Veo cómo su legado se ha diseminado por más de tres generaciones de receptores, y cientos de celulares, como estrellas en una mancha de gente, anuncian el arribo a tierras orientales de Andrés Calamaro. Sí, Diez años después. Me encuentro buscando los retazos de un Calamaro que no me debe nada. A lo alto una nube se acomoda entre la cortina de árboles que cerca el Estadio Charrúa. No distingo si se trata de una nube o del humo de los porritos.

Tampoco hay señal de aquellas tormentas químicas. Estoy ante un anfitrión contracturado. Ayuno, insomnio, fármacos: palabras que ya no integran su vida. Es de esperar que Andrelo esté así de nervioso. Pues sí, todo ha cambiado mucho. Es un niño enamorado, sin cocaína en las narices. Me viene a la mente aquello que dijo: “Es probable que ya haya escrito mis mejores canciones. No es triste darse cuenta de eso”. Por mi parte, no espero nada. Juro que nada de nada. El último disco es lo más cercano a Los Rodríguez. Y eso es bueno. Pero tiene mucho copy & paste de sí mismo. Y eso es malo. Con Loco entra en calor. Ahora está verborrágico y las palabras fluyen a borbotones. Parece un veterano de guerra que desenvaina lo mejor de este Calamaro y del otro (ese que tanto disfruté). En un repertorio atorado de canciones románticas y pícaras, otras en clave cumbia, y mucho de su nuevo proyecto funck/rock, empiezo a saltar. A los golpes abro paso entre la gente y llego al corazón de la tribuna. Con A los ojos y Canal 69 se abre un viejo cajón de nostalgia y orgullo.

Me alejé con los gemelos agarrotados. Ayer no tenía nada que decir, pero me habló. O yo le hablé a él. Da igual. Es que sus canciones siempre han sido un lugar común, con letras que pecan de simpleza y melodías pegadizas que mueven al que se deja llevar. Ayer consiguió mucho con muy poco. Como siempre. Parece que La lengua popular aún tiene mucho que decir.