Comía un alfajor mientras caminaba por Portezuelo (valga la multiplicación redundante). Di con el cocodrilo de Peter Pan. Como era una estrella del cine, le fui a pedir un autógrafo. Para mayor sorpresa, se secaba el rostro con un pañuelo.
Seguía digiriendo lo del Capitán Garfio.
-Qué te pasa, ¿Por qué llorás?
Giró la cabeza, parpadéo y dijo: -Fue un trago amargo. Entonces reptó hacia la orilla del mar para camuflar las lágrimas saladas (es que los cocodrilos son muy machos, por eso no hay cocodrilas).
-Yo entiendo que estés mal por haber matado a un ser humano –repliqué sin miras de acariciar las hileras óseas de su espalda-, pero todo se puede perdonar en la vida.
-No estoy triste. Imaginate que te comés un pollo con cuchillo incluido...
-Ajá-. Me limité a eso. Entregué un movimiento ascendente y descendente constante de la cabeza, en señal de aprobación. Conviene darle la razón a tremendo animalito.
-...Bueno, yo me comí un pollo que tenía un garfio. Además, nosotros, los cocodrilos, no masticamos: abrimos las fauces de par en par y tragamos de un saque. Voy a tener que ir al gastroenterólogo.
-Ahh, por eso hablabas de un trago amargo –insinué con tono ingenuo.
-¡Si boludo, acaso vos no bostezas cuando abrís esa bocota!
Seguí de largo, pateando el agua de la orilla, porque me aburren los mentirosos.
Me hacen bostezar.
-Yo entiendo que estés mal por haber matado a un ser humano –repliqué sin miras de acariciar las hileras óseas de su espalda-, pero todo se puede perdonar en la vida.
-No estoy triste. Imaginate que te comés un pollo con cuchillo incluido...
-Ajá-. Me limité a eso. Entregué un movimiento ascendente y descendente constante de la cabeza, en señal de aprobación. Conviene darle la razón a tremendo animalito.
-...Bueno, yo me comí un pollo que tenía un garfio. Además, nosotros, los cocodrilos, no masticamos: abrimos las fauces de par en par y tragamos de un saque. Voy a tener que ir al gastroenterólogo.
-Ahh, por eso hablabas de un trago amargo –insinué con tono ingenuo.
-¡Si boludo, acaso vos no bostezas cuando abrís esa bocota!
Seguí de largo, pateando el agua de la orilla, porque me aburren los mentirosos.
Me hacen bostezar.
7 comentarios:
Creo que estuve en el mismo lugar que vos, en Portezuelo.
Recibí tu llamado, pero estuve cerca de cinco minutos escuchando las publicidades de la UM -flojísimas flojazas-, y al final, me atendió otra persona, pero no te pude encontrar.
Bienvenido.
Al, alegría saber que estás acá. Respecto a las publicidades de la UM, ya lo sé, pero es que yo en eso no tuve participación. También despertaron bostezos. Te debo Juventud.
Abrazo grande.
Tic, tac, tic, tac... el cocodrilo de Peter Pan es el tiempo que devora todo... por eso Garfio le teme, en tanto Peter Pan es un niño eterno.
Mi análisis simbólico del post es: te estás poniendo viejo.
Y los viejos bostezan mucho.
Sí, un viejo que te invita a salir a correr y nunca recibe respuesta...
Vamos, no seas huraño.
Si seguís así te va a venir a buscar el cocodrilo. Tic, tac.
¿Qué me va a pasar por no correr? ¿Me da a dar un ataque al corazón?
Tampoco es que fume 20 cigarros al día, ni que tenga un trabajo estresante, ni que...
mierda.
¡Socio vitalicio del Biguá!
Dios da pan...
HERMANO, DEDICATE A OTRA COSA!!!!!!!!!!
a buen entendedor, pocas palabras bastan
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