14 abr. 2007

III) Efecto dilución

Como un peón que da el primer movimiento. Así estaba yo. Sin saber la jugada de Susana. Solo y expectante. Fijé la mirada y tropecé con unos ojos agazapados y desnudos. Hice foco tratando de ver qué me quería decir. Se enjugó las lágrimas. Atrincherados detrás de unos lentes oscuros, se escondían un par de ojos sabios. Había muerto Marta, tan querida por Susana, papá y nosotros. Pero Susana, de sus más preciadas compañeras, estaba atornillada a un banco. Con una mirada sin fuerza, tan ajena a un grito lanzado, tan tranquila a la vez.

Por fin se apresuró a decirme algo que entendí como el efecto dilución de la muerte. Básico, cae uno y al toque caen los otros. De alguna forma esos ojos me decían que también ella se estaba apagando. A un año de la muerte de Beba, y a un día de la muerte de Marta. Todas se están diluyendo. Algo absorbe toda esa energía que las había mantenido unidas; y ese algo es razón suficiente para abandonar la vigilia. Susana, sin saberlo y dando el ejemplo, me enseñó de la muerte. A mirarla de frente. A no bajar la mirada, a pesar de todo.

A Marta y Beba, del linaje de las águilas. ¡Qué se las quiere!

II) Prórrogas


Soñé que poco a poco había estado aplazando todo para la vejez; para después de esto o aquello. Para cuando tuviera tiempo. Soñé, también, que la vida se me escapaba como un puñado de arena. Que todo lo agradable desaparecía como una moneda en las manos de un mago. Que había sido un ingenuo al pensar que en algún momento la vida pagaba con esa paz eufórica. Esa que tanto había imaginado. Era viejo y sentía que esa paz no existía. Tal vez había dejado para más tarde lo importante. Había logrado lo tangible pero efímero, desconociendo que lo importante (eso que parece inútil y poco serio) ya no lo podía conseguir.

Pero estaba despierto.

I) Mensajera


Meses atrás fui a mi primer entierro. Un olor fétido taladraba el escaso olor de las flores. Cosa curiosa, no había moscas entre tanta podredumbre. Cargaron el ataúd, mientras una galería de rostros perplejos se encargaba de tragarse las palabras. Comprendí la desaparición de las moscas. El crujir de las cuerdas, las vallas humanas y una multitud que abrazaba -y abrasaba- a los familiares de los muertos. A mis familiares lejanos. Las mujeres vociferaban con la certeza de comunicarse con el muerto vía ataúd inalámbrico. La masa humana se acercaba como buitres. Demostraba una piedad leprosa que caía sobre la familia. Algo repugnante. Y por si fuera poco, bloqueaban la respiración. Estrangulando al oxígeno. Nada más incómodo que postrarme ahí. Esperando el momento oportuno. Obligado a seguir el ritual. Mi más sentido pésame, dije. ¿Qué más podía hacer?

Y me asombré ante la población de cipreses que contemplaba la escena. Estaban preparados para la fiesta. Cubiertos de musgo y liquen. De enredaderas fashion. Erguidos y solemnes, semejantes a caballeros cortesanos. Mientras tanto, una cucaracha salió del sepulcro. Se me escapó una risa. La imagen de una cucaracha saliendo vencedora del sepulcro, tras moverse la piedra, es única. Pensé también que conocía mejor que yo a la abuela Manola. La abuela que murió poco después de mi nacimiento mandó un saludo desde su lejanía. Y la pobre cucaracha mensajera no recibió propina.

10 abr. 2007

Buen día


Retomo un libro: Para empezar bien el día, regalo antiguo de Patricia. Curioso, lo leo únicamente en las noches, Para empezar bien el sueño. Son de esos libros que tratan de tirar para arriba con efecto somnífero. Me habrá visto una veta negativa. Ni idea.

Sigo creyendo que lo mejor para empezar bien el día es una canción deseada, siempre y cuando también despierte a la hora deseada. Viendo que se hace tarde, me relamo pensando cuál sería la canción de mañana. Soy un soñador. TODAVÍA no tengo un equipo de audio despertador. Pero ya vendrán tiempos mej... Peores.

Pensé en ustedes. En mi buena acción del día. Pero ustedes dirán.

Para Sick Boy: Wish you were here - PF.
Para Eimb: Come Together/While my guitar gently weeps - Beatles.
Para Nonino: Hay cosas que no importan - Terapeutas, The.
Para Presus: A los ojos – Los Rodríguez.
Para el Pollo: la marcha del pollo. Desconozco el nombre.
Para Yazlux: Lo echamos a suerte - Ella baila sola.
Para Fantasía: Hand me down – Wallflowers.
Para Peter: Mmmmm – Crash test dummies.
Para Romina: La canción de Corazón valiente.
Para Eresfea: Un flash – Alísónicos.
Para Pablo: Para que salga mejor - Juan el que Canta.
Para Tito: Esperanza - "Quique" Iglesias.
Para Andrea: Blowing in the wind - Bob Dylan.
Para Publi: Churúp churu Rururú - Coca Cola
Para Anonetoy: Luka - Suzanne Vega.
Para Pobre Loco: Locomia y su canción homónima.


Faltan otros tantos. Pero ellos dirán...

La hermana más hermosa

El mundo de la música es tan vasto que me basta. Si disfrutaré viendo a los efervescentes músicos que cambian de imagen como si fuera una cuerda de charango. Los mismos que predican la libertad con belleza acerada; y después, cuando se infla el colchón verde, no son consecuentes. Consecuencia: la libertad los encarcela. Decía aquel proverbio: “Si quieres saber cómo es alguien, dale poder”.

Me pica la curiosidad y recuerdo marcas asociadas a la libertad. Se me vienen dos a la cabeza: Harley Goliatson y Marlboro, con su bien ponderado Mundo Marlboro. Mundo de pocas palabras, sosegado, varonil. Pero después veo a los que lo fuman, como aquel médico. Como aquellos que tienen Parkinson, postura lánguida, ictericia en los dedos y que terminan, paradójicamente, perdiendo la libertad.

Será por eso que los que la encuentran prefieren dejarlo todo.
Y abandonarla a ella, la hermana más hermosa, con una elección.

29 mar. 2007

Gallina

¿Cuándo murió un pollo de viejo? ¿Por qué no son dueños de sus decisiones? Ni siquiera, dueños de sus vidas. Sin intención de ofender al Partido Antitaurino español, al menos los toros reciben una muerte digna; con una media verónica. Consumada su etapa de engorde, la carne del pollo existe solamente para ser consumida aproximadamente en medio año. Nada se salva, salvo los picos, ojos y patas... ¿A dónde irán a parar tantos picos?

Afirmaba que la carne brotaba de los supermercados. Pero el ingenuo se equivocaba. El pequeño Anonetoy miraba atónito con ojos de luna llena. El muy… verdugo lo decapitó a metro y medio del que hace seis años había salido del repollo. Y la cabeza del re/pollo rebotó. Rebozó de alegría durante unos minutos. Se tiño el pasto de sangre. No me causó gracia. Y odié de por vida (bueno, de por días) al que se hacía llamar papá. Gallina.

En la noche cené pollo. Me lo comí sin pestañar. Pero yo no sabía. Lo juro. Si bien puede parecer una gilada dolerse por seres que entre sí no tienen la páctica del duelo; ahora sí, después de tanto, pido perdón. Mal yo.

20 mar. 2007

Feliz cumpleeraños


Ayer recorrí Tristán Narvaja, biblioteca nacional de Loquesea. Tras hora y media conseguí regalo. El primero, Lobo-hombre (nuevo - reliquia-, $170) de Boris Vian, para condimentar de hilaridad la víspera. El segundo, El extranjero (usado -ganga-, $100) de Camus, para sopesar las risas de Vial. Espero le gusten. Son regalos boomerang: de esos que buscan sutílmente el beneficio propio. Como el marido que regala un lavarropas. A Rocío, primer amor, primera novia, primera amiga y confidente; felicidades.

Sin olvidar al Colo, distinguido chef (descontando el guiso), que hoy tristemente cumple 20 con la desolación del bebedor que sufre por no tener 21, edad mínima en EEUU. A él, borracho generoso capaz de donar sangre con (o sin) espuma y amigo bueno (de la Cirrosis); si todavía no perdiste la conciencia, salud.

Hoy brindo por la Cirrosis. Y esperen al sábado...

15 mar. 2007

Nada nuevo


Costó levantarme. El despertador, haciendo valer su nombre, me despertó ladrando. Y empezó el largo y tortuoso camino hacia el baño. De niño, cuando la cabeza hacía de péndulo, Anonetoy rebotaba como pelotita del pímbol contra los muebles; pero ahora anoto moretones a la lista negra de las piernas. Sigo siendo torpe. Nada nuevo.

Se me partía la cabeza. Como si un taladro perforara la protuberancia frontal (esa que los delfines tienen tan acentuada). Había soñado algo pesado como un adoquín. Pero cuando miré el espejo y ese cartel atornillado a mi cabeza, aproveché. Le saqué una foto: esa que aparece arriba.

Claro, comprendí, no hay mujeres lindas y feas, sino dinero.

Sé que tendré disidentes, que las ricas mandarán mosquitos del Dengue a casa y la genética pondrá tachuelas en mi banco. Pero las otras -esas que no entran a este blog- me entenderán.

24 feb. 2007

Mosquitos Ninjas Adolescentes Mutantes


Hablaba con Ella, que me contaba de Su baño en aguas transparentes: muy cerca de una foca marina. Corté el teléfono, viéndome tumbado en la cama.

Precisamente como una foca varada.

A lo lejos divisé un mosquito. Paré la oreja. Escuché que protestaba contra la proliferación de Fiebre Amarilla, Malaria, Dengue, Pie de Atleta, y otras epidemias que su especie (del orden de los Dípteros Nematóceros) difundía sobre la nuestra (del orden de los Desordenados). El muy abstemio, delgado como una i, rehusaba a su condición hematófaga mediante una huelga. Se había encadenado por motu proprio a una telaraña. Y murió como un mártir.

Alrededor de una lamparita que servía de fogón nocturno se formó una ronda de mosquitos. Un mosquito filósofo y predicador lideraba la sesión. Tenía un acento petulante. Sin prestarme atención les decía: “Acaso se preguntaron si su sangre es suya o de los que pican (…) Precisamente por eso todos somos hermanos de sangre (…) Y la sangre derramada es la fuente de vida eterna”. Sus afirmaciones golpeaban el armario. Luego de unos minutos concluyó categóricamente:

-Porque nada se destruye. Todo se transforma.

-Aflojale Drexler -gritó uno mientras simulaba una tos. Pero por encima de la muchedumbre un mosquito orondo, caníbal y fanático se abalanzó súbitamente sobre el Mesías de los mosquitos, succionando junto con la sangre toda la esperanza que el pueblo había depositado sobre él. Y murió como un mártir.

Yo digo ¿no?, estas nuevas generaciones se están degenerando.

20 feb. 2007

Anónimo

Al abrir la casilla de correo me tropecé con el siguiente comentario, bastante pueril por cierto:

Anónimo ha dejado un nuevo comentario:
HERMANO, DEDICATE A OTRA COSA!!!!!!!!!!
a buen entendedor, pocas palabras bastan


Anónimo, con un signo de exclamación final bastaba. Además, no sólo se cierran. También se abren. Recuerde que hablamos castellano. Tampoco me seducen esas mayúsculas de encendida intensidad. ¡Con la exclamación daba de sobra! (y recuerde: el único con derecho a elevar el tono en este blog es el Preso).

Por último, y no por eso menos importante (ja, yo también uso frases armadas), a nueva idea, nueva mayúscula. Y se termina con punto. ¿Capito?

¡Hermano, dedíquese a otra cosa. Lo suyo no son los comentarios! Por cierto, tampoco creo que sea mi hermano.
Sal de ahí, chivita chivita...

Desatentamente,
Anonetoy.

Arriba, la descripción del presunto sospechoso, facilitada por Google.

15 feb. 2007

San Valiente


Mientras pago, a duras penas sujeto las flores, torpemente apretadas contra los brazos. Tomo aire, inflo el pecho. ¡Ánimo HOMBRE, agallas!

Con cada paso, nuevas series de miradas deambulantes se detienen a ver lo que tengo entre manos. Forman una autopista peligrosa de tránsito humano. En las góndolas pretenden transformarme en una ranita fea y deleznable. Trato de burlar una serie de miradas burlonas, pero no puedo: son incisivas, como camiones que quieren pisotearme. Que quieren, y no pueden.

Buscan reducirme al tamaño de un renacuajo .

Intento sortear vallas de individuos incrédulos. Ellos no pueden ver en un ramito la más mínima pizca de hombría. Pierdo virilidad. A modo de consuelo, como trompetas de triunfo, novias quejumbrosas reprochan a sus medias naranjas, por no seguir mi camino. Los andenes embotellados me dan luz verde. A ellos, roja.

Después salgo a respirar hondo.

Y se las doy, justo a ella, que se encuentra en la flor de la vida.

12 feb. 2007

King Kong


En la espera previa al toque de Dsus 4, hablaba con Rocío. Esperábamos. Como de costumbre, los músicos no habían ensayado La puntualidad. Algo, o alguien, se asomó a mi/s espalda/s.

-Prendo yate Marte. Ding dong -dijo el extraño de pelo largo.

-¿Ehh? -contesté con tono inquisitivo.
Para ese entonces ya había girado el pescuezo y distinguido al enano de yeso que me hacía la pregunta. Le faltaban el gorrito y Blancanieves.

- Lego jaque mate a Ping pong –insistió.
Me limité a contestar con el gesto universal de Tengo-hambre, que es el mismo de No-te-entiendo. Poco a poco empezaba a interpretar los vericuetos linguísticos del tarzán de Bonsai. Justo por encima de las bolsas de ojeras tenía una mirada cáustica. Cierta avidez maliciosa que no pude comprender. Pero se dirigía a mí, a mis ojos precisamente.

-¡Tengo la que mata a King Kong!
Reiteró el convite y (¡por fin!) lo entendí. Pero esta vez me quedé mudo. El contexto pudo más que el texto.

(Silencio).

Notó la indirecta sepulcral. Y se fue. A lo lejos una jauría de drogadictos lo esperaba. Se acercó, y a modo de reflejo pavloviano, movieron el rabo. Babeaban. Pero nada de eso se comparaba con la energía avinagrada que exhalaba el aliento de esos, sus perritos falderos.

El enanito de jardín no estaba entre el pasto, sino entre la hierba.

30 ene. 2007

Ruega por ellos


Me pregunto quién será el fogonero que encienda y apague ese farol de 8.650.000 trillones de watts (vamos, hasta suena científico el dato). Quizá simplemente sea un trabajo rutinario que consista en manipular un interruptor. Quién sabe, dos opciones: on y off. Juego de niños.

El girasol o mirasol es una flor astronómica. Este sabueso fiel sigue a su dueño desde el alba hasta la noche. No le quita la mirada de encima, esa mirada cíclope que lo caracteriza. Hasta podría decirse que está en las buenas y en las malas.

Si bien fue invento de Dios, no he escuchado ninguna mención biblica de su existencia. ¿Acaso Dios se volvió en su contra! Acaso no pudo aceptar que su creación lo haya abandonado por un sentimiento panteista; que haya seguido al gran becerro de oro: al astro rey (no, no es Maradona). Desterrado del cariño divino, el girasol vive en un mundo que no es el suyo, al igual que tantos otros. No es de la tierra, sino del Sol. Es así que durante las mañanas se levanta a escuchar el pregón del Maestro de los mechones dorados.

¿Qué misión tendrán encomendada? ¿Protegernos de la guerra petrolífera?

Santo Bio Diesel,
ruega por ellos.

25 ene. 2007

¡Paf!

No creo que lo sea. No, imposible. Hasta camina como una mujer, duda, llora. Sonríe. Pero cuando por un momento la contemplo, no es fácil. Se me cae el cielo encima. Se quiebra la realidad. Súbitamente entro en una profunda somnolencia; todo queda fuera de foco. Su mirada me hipnotiza como la de una serpiente. Somos ella y yo. Sólo nosotros. Ya me envenenó, hace tiempo. Pero la herida, mientras se cura, crece. Entonces la pellizco haciéndome el distraído, como por error. Hasta parece humana, pero podría estar simulando.

¿Y si fuera un ángel? Caigo en la cuenta de que un día puede hacer ¡paf! y desaparecer... Pero todo a su debido tiempo.

La foto la pellizqué en google.

23 ene. 2007

Bostezos Diversos


Comía un alfajor mientras caminaba por Portezuelo (valga la multiplicación redundante). Di con el cocodrilo de Peter Pan. Como era una estrella del cine, le fui a pedir un autógrafo. Para mayor sorpresa, se secaba el rostro con un pañuelo.


Seguía digiriendo lo del Capitán Garfio.

-Qué te pasa, ¿Por qué llorás?
Giró la cabeza, parpadéo y dijo: -Fue un trago amargo. Entonces reptó hacia la orilla del mar para camuflar las lágrimas saladas (es que los cocodrilos son muy machos, por eso no hay cocodrilas).

-Yo entiendo que estés mal por haber matado a un ser humano –repliqué sin miras de acariciar las hileras óseas de su espalda-, pero todo se puede perdonar en la vida.
-No estoy triste. Imaginate que te comés un pollo con cuchillo incluido...
-Ajá-. Me limité a eso. Entregué un movimiento ascendente y descendente constante de la cabeza, en señal de aprobación. Conviene darle la razón a tremendo animalito.
-...Bueno, yo me comí un pollo que tenía un garfio. Además, nosotros, los cocodrilos, no masticamos: abrimos las fauces de par en par y tragamos de un saque. Voy a tener que ir al gastroenterólogo.
-Ahh, por eso hablabas de un trago amargo –insinué con tono ingenuo.
-¡Si boludo, acaso vos no bostezas cuando abrís esa bocota!

Seguí de largo, pateando el agua de la orilla, porque me aburren los mentirosos.

Me hacen bostezar.