24 abr. 2009

Autolaptop


Acabé de un tirón la novela de Bernhard Schlink que me prestó C.
La obra arranca cargada de pasión y erotismo, para luego bucear en la vergüenza de las generaciones post-nazismo y las distintas facetas de la culpabilidad. En el desenlace todo cuadra a la perfección y aunque el libro no es imprescindible, vale la pena.

Después del libro vino el turno de la película homónima. Ese día de lluvia el auto hizo de paraguas, los brownies llenaron el buche, y vimos la película en una laptop, con los asientos reclinados por completo. Sin saberlo, revolucionamos el concepto del autocine. También le di El barón rampante, a modo de trueque.

Noche linda si las hubo.

1 comentario:

Pollo dijo...

Genial! Tomo nota y después te cuento. Ahora falta probar el autoplaystation2.

Veo que hiciste tus famosos brownies...